¿Qué es?
El PRP se obtiene de la sangre obtenida por extracción venosa normal. Es un tratamiento ambulatorio y no precisa ingreso. Hay que extraer un poco de sangre (20 cc) y luego se coloca en una máquina (centrifugadora) que se encarga de separar la sangre en varias partes. Una de ellas será el plasma rico en plaquetas o células madres plaquetarias (PRP), el cual se activará y se infiltra mediante unas agujas muy finas en la piel del rostro, cuello, dorso de manos y/o cuero cabelludo que queramos tratar. Lo único que se añade al PRP es un compuesto cálcico para activar las plaquetas y que liberen los factores de crecimiento, que son los elementos clave del tratamiento.
El plasma rico en plaquetas contiene abundantes factores de crecimiento, son sustancias que ayudan a que se generen nuevos vasos sanguíneos en la zona que infiltramos llegando más nutrientes a la misma y, que nos ayudan a aumentar la proliferación de células y de fibras, entre ellas algunas tan interesantes y conocidas como el colágeno y la elastina, que dan consistencia a la piel.
¿Para qué sirve?
En el caso de la infiltración del cuero cabelludo para el tratamiento de la alopecia se consigue la aparición de pelo nuevo y el aumento del grosor del ya existente. Todo ello se percibe como un aumento de la densidad capilar.
En el caso de la infiltración de la piel (cara o escote) para el tratamiento de foto o crono-envejecimiento se consigue aumentar la elasticidad, disminuir la flacidez, aumentar la luminosidad y disminuir las arrugas.
En general se realizan una media de 3-4 sesiones al año, separadas 4 o 6 semanas. Se repetirá para mantener los efectos 1 vez al año. La mejoría en el tratamiento de la alopecia androgenética se observa, generalmente tras la 2ª sesión.